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sábado, 10 de febrero de 2024

Decimo aniversario del indulto de “Quejoso” Coso de La Misericordia de Zaragoza.

 

Se cumplen diez años del indulto del novillo de Los Maños “Quejoso” en el Coso de La Misericordia de Zaragoza de la mano del novillero con caballos Varea,que cuajo una grandísima faena.

Por: Javier Clavero. Un histórico indulto que cambió el destino de Los Maños.

El 7 de octubre de 2014, durante la Feria del Pilar en la que se conmemoró el 250 aniversario de La Misericordia, Quejoso se convirtió en el primer novillo al que se le perdonaba la vida en Zaragoza. Le correspondió al castellonense Varea, y juntos protagonizaron un hito histórico.



Que la ‘indultitis' que últimamente deteriora la fiesta no nos lleve al engaño: perdonarle la vida a un toro bravo debe ser un acontecimiento excepcional, al estilo de lo presenciado en Zaragoza el 7 de octubre de 2014. En dos siglos y medio de historia, en La Misericordia jamás había asomado el pañuelo naranja en una novillada. Tuvo que llegar el Pilar del 250 aniversario para encumbrar a Quejoso y, previo paso por la templada muleta de Jonathan Varea, mandarlo de vuelta a los pastos para que siguiera agrandando la leyenda de la ganadería Los Maños.

¿Los ha habido más bravos en esta plaza? Probablemente, sí. Y alguno marcado con ese mismo hierro. Pero el indulto, además de ser un hito justificado por el animal, necesita otra serie de componentes como los que aquella tarde se dieron. A la plaza, que venía de años muy convulsos, le urgía un estímulo. Y nada como un toro de vacas –de verdad– para aupar a un torero, relanzar una feria y honrar una ganadería. 

Aquel indulto marcó el destino de la familia Marcuello. Sus amados santacolomas dejaron de ser menospreciados. Comenzaron a ser considerados, respetados y esperados. Tanto en la capital aragonesa como en el resto de escenarios que valoran la fiesta en toda su plenitud e integridad. 

Después de dos años sin lidiar en Zaragoza, aquella fue la tarde soñada. Ver a mi padre “Pepe” dar la vuelta al ruedo en La Misericordia junto a Varea es lo más emocionantes que he vivido; un regalo por todo lo que hemos luchado, explica ahora José Luis Marcuello, representante de un hierro que no ha dejado de sumar éxitos desde aquel indulto.

Secretario fue premiado como mejor toro de la corrida concurso de San Jorge en 2015; Saltacancelas se impuso ese mismo año en Vic-Fezensac (Francia); Jardinero lo hizo en 2017; el bravo Palmero se ganó el perdón en la feria de Cella 2016; y en agosto de 2018 llegó el ansiado debut -con nota- en Las Ventas de Madrid. Una colección de triunfos presidida por Quejoso.

Fue un toro importantísimo. Recuerdo que ganaderos de la talla de Fernando Cuadri nos dieron la enhorabuena y los aficionados salieron de la plaza emocionados por la forma que tenía de embestir. Se nos empezó a conocer y empezamos a crecer, acudiendo a muchas más plazas, añade Marcuello, sobre un indulto con significado, alejado de la mayor parte de los que se conceden en la actualidad. 

El toro que sobrevive a la suerte suprema es para ser rodeado de vacas. Y así, padreando, vive Quejoso desde hace diez años en Figueruelas, que es donde Los Maños guardan los sementales. Está dando muy buenos resultados. En Albalate del Arzobispo lidiamos un utrero hijo suyo y fue extraordinario. Sus vacas también ofrecen un gran comportamiento; van de menos a más y humillan una barbaridad, valora el ganadero, acerca de un comportamiento, el de ese toro de Santa Coloma codicioso y repetidor, que lanzó al joven Varea.

El castellonense toreó a placer como si las pocas novilladas que lleva fueran su plan de jubilación. Hizo posible el indulto de Quejoso a base de mimo, temple, gusto, de coser el hocico a la muleta y arrastrarla hasta los confines de la cadera. Le dio sitio, y le adelantó la muleta siempre con el mismo ritmo. Fundamental fue alargar las distancias y bajar cada vez más la mano. Tres naturales no tuvieron fin y una trinchera fue cartel de feria grande, relató el crítico Ángel Solís para HERALDO.

El manicomio estaba en marcha. Los pañuelos se mezclaron con los gritos de perdón. Dudas en el torero y en el palco, que le dio un recado. La mano del que será un buen presidente, se lo aseguro, asomó el ansiado color naranja, se rajó el mundo y empezó la historia, completó Solís, para resumir la simbiosis entre el animal de Los Maños y un torero de breve pero intensa carrera.

Varea (Almazora, 1993) decidió cortarse la coleta “por sorpresa”en la Feria de Julio de Valencia 2019. Tenía 26 años y tan solo tres de alternativa. Los suficientes como para comprender que todo había terminado, que era momento de emprender un nuevo camino como director de la Escuela Taurina de Castellón. 

Si volviese a nacer mil veces, mil veces volvería a ser torero para jugarme la vida ante animales como Quejoso. De capote, ya percibí su son. Con la muleta disfruté muchísimo, pero no pensé en el indulto. Al entrar a matar, los aficionados se pusieron a pitar y, hasta que el presidente enseñó el pañuelo naranja, creí que me señalaban a mí, recuerda Varea, quien siempre estará eternamente agradecido a la familia Marcuello por haber marcado un antes y un después en su trayectoria, cerrada por “frustración” pero con el “orgullo” de haberlo intentado.


Varea y Quejoso.

Por: Javier Clavero.

https://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza/fiestas-del-pilar/2020/10/12/un-historico-indulto-que-cambio-el-destino-de-los-manos-1399369.html



El novillero Jonathan Blázquez "Varea" y el ganadero D. José Marcuello.


El mayoral, D. José María Gallego Rós.

Qejoso Nº 44- Enero de 2011, 501 Kg. Ganadería "Los Maños".


  Un histórico indulto que cambió el destino de Los Maños.

El 7 de octubre de 2014, durante la Feria del Pilar en la que se conmemoró el 250 aniversario de La Misericordia, Quejoso se convirtió en el primer novillo al que se le perdonaba la vida en Zaragoza. Le correspondió al castellonense Varea, y juntos protagonizaron un hito histórico.

Que la ‘indultitis' que últimamente deteriora la fiesta no nos lleve al engaño: perdonarle la vida a un toro bravo debe ser un acontecimiento excepcional, al estilo de lo presenciado en Zaragoza el 7 de octubre de 2014. En dos siglos y medio de historia, en La Misericordia jamás había asomado el pañuelo naranja en una novillada. Tuvo que llegar el Pilar del 250 aniversario para encumbrar a Quejoso y, previo paso por la templada muleta de Jonathan Varea, mandarlo de vuelta a los pastos para que siguiera agrandando la leyenda de la ganadería Los Maños.

¿Los ha habido más bravos en esta plaza? Probablemente, sí. Y alguno marcado con ese mismo hierro. Pero el indulto, además de ser un hito justificado por el animal, necesita otra serie de componentes como los que aquella tarde se dieron. A la plaza, que venía de años muy convulsos, le urgía un estímulo. Y nada como un toro de vacas –de verdad– para aupar a un torero, relanzar una feria y honrar una ganadería.

Aquel indulto marcó el destino de la familia Marcuello. Sus amados santacolomas dejaron de ser menospreciados. Comenzaron a ser considerados, respetados y esperados. Tanto en la capital aragonesa como en el resto de escenarios que valoran la fiesta en toda su plenitud e integridad.

Después de dos años sin lidiar en Zaragoza, aquella fue la tarde soñada. Ver a mi padre “Pepe” dar la vuelta al ruedo en La Misericordia junto a Varea es lo más emocionantes que he vivido; un regalo por todo lo que hemos luchado, explica ahora José Luis Marcuello, representante de un hierro que no ha dejado de sumar éxitos desde aquel indulto.

Secretario fue premiado como mejor toro de la corrida concurso de San Jorge en 2015; Saltacancelas se impuso ese mismo año en Vic-Fezensac (Francia); Jardinero lo hizo en 2017; el bravo Palmero se ganó el perdón en la feria de Cella 2016; y en agosto de 2018 llegó el ansiado debut -con nota- en Las Ventas de Madrid. Una colección de triunfos presidida por Quejoso.

Fue un toro importantísimo. Recuerdo que ganaderos de la talla de Fernando Cuadri nos dieron la enhorabuena y los aficionados salieron de la plaza emocionados por la forma que tenía de embestir. Se nos empezó a conocer y empezamos a crecer, acudiendo a muchas más plazas, añade Marcuello, sobre un indulto con significado, alejado de la mayor parte de los que se conceden en la actualidad.

El toro que sobrevive a la suerte suprema es para ser rodeado de vacas. Y así, padreando, vive Quejoso desde hace diez años en Figueruelas, que es donde Los Maños guardan los sementales. Está dando muy buenos resultados. En Albalate del Arzobispo lidiamos un utrero hijo suyo y fue extraordinario. Sus vacas también ofrecen un gran comportamiento; van de menos a más y humillan una barbaridad, valora el ganadero, acerca de un comportamiento, el de ese toro de Santa Coloma codicioso y repetidor, que lanzó al joven Varea.

El castellonense toreó a placer como si las pocas novilladas que lleva fueran su plan de jubilación. Hizo posible el indulto de Quejoso a base de mimo, temple, gusto, de coser el hocico a la muleta y arrastrarla hasta los confines de la cadera. Le dio sitio, y le adelantó la muleta siempre con el mismo ritmo. Fundamental fue alargar las distancias y bajar cada vez más la mano. Tres naturales no tuvieron fin y una trinchera fue cartel de feria grande, relató el crítico Ángel Solís para HERALDO.

El manicomio estaba en marcha. Los pañuelos se mezclaron con los gritos de perdón. Dudas en el torero y en el palco, que le dio un recado. La mano del que será un buen presidente, se lo aseguro, asomó el ansiado color naranja, se rajó el mundo y empezó la historia, completó Solís, para resumir la simbiosis entre el animal de Los Maños y un torero de breve pero intensa carrera.

Varea (Almazora, 1993) decidió cortarse la coleta “por sorpresa”en la Feria de Julio de Valencia 2019. Tenía 26 años y tan solo tres de alternativa. Los suficientes como para comprender que todo había terminado, que era momento de emprender un nuevo camino como director de la Escuela Taurina de Castellón.

Si volviese a nacer mil veces, mil veces volvería a ser torero para jugarme la vida ante animales como Quejoso. De capote, ya percibí su son. Con la muleta disfruté muchísimo, pero no pensé en el indulto. Al entrar a matar, los aficionados se pusieron a pitar y, hasta que el presidente enseñó el pañuelo naranja, creí que me señalaban a mí, recuerda Varea, quien siempre estará eternamente agradecido a la familia Marcuello por haber marcado un antes y un después en su trayectoria, cerrada por “frustración” pero con el “orgullo” de haberlo intentado.

Por: Javier Clavero.

 https://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza/fiestas-del-pilar/2020/10/12/un-historico-indulto-que-cambio-el-destino-de-los-manos-1399369.html

martes, 28 de abril de 2020

Varea indulta a "Quejoso" Coso De La Misericordia (Zaragoza).




 Varea indulta a "Quejoso" de la ganadería "Los Maños".



 El novillo «Quejoso», un precioso cárdeno de 501 kilos con
la divisa verde y amarilla de la ganadería aragonesa de Los Maños, fue
indultado por su bravura en la Feria del Pilar.







 El astado, ovacionado de salida, embistió siempre alegre,
peleó con bravura en el caballo, se arrancó de lejos a los banderilleros y se
empleó con casta, largura y temple en el último tercio. Es el primer novillo indultado en el coso de la Misericordia en sus 250 años de historia.







 Enfrente tuvo al novillero Varea, que desde que se abrió de
capote estuvo a la altura de lo mucho que le exigía su enemigo. Toreó con
empaque y relajo con la muleta en la derecha y al natural surgieron muletazos
larguísimos, con el novillo siempre a más. Cuando montó la espada, la plaza
saltó como un resorte pidiendo que no lo matara, y mientras el presidente
valoraba la situación el chaval siguió toreando con exquisitas maneras. Hasta
que asomó el pañuelo naranja, se perdonó la vida a «Quejoso» y Varea fue
premiado con las dos orejas y el rabo simbólicos.




 Así fue el de Los Maños al caballo.




El novillero "Miguel Cuartero" en su ronda de quites.



 Cuando se lo llevaban a hombros por la puerta grande junto al mayoral de la ganadería, José María Gallego, el ganadero, explicaba a ABC la emoción que sentía por el triunfo. «Una tarde inolvidable, un sueño, un día de los que hacen afición», decía con la voz entrecortada.




«Quejoso», que emprenderá camino de vuelta a la finca de
Vistahermosa en las Altas Cinco Villas, en donde podrá seguir sembrando bravura
con su sangre santacolomeña.





Replica de "Jonathan Varea" a "Miguel Cuartero".



 Tarde histórica la vivida en Zaragoza. Tarde en la que un
novillero, Varea, revolucionó el coso de La Misericordia tras cortar tres
orejas, indultar un gran novillo de Los Maños.











 Varea indultó al tercero de Los Maños, Quejoso, número 42,
un gran ejemplar al que el de Almassora cuajó a placer en una faena cumbre tras
brillar ya con el capote en un tercio de quites en el que rivalizó con Miguel
Cuartero. Torería, naturalidad, encaje y mano baja en su quehacer. Hubo dos
tandas al natural sencillamente soberbias, a cámara lenta, de toreo caro. La
plaza pidió un indulto que fue concedido, tras el que el castellonense volvió a
hacer cosas preciosas. Histórico final de temporada para un novillero que, una
tarde más, mostró sus credenciales de torero grande.



 "Quejoso", nº 42, nacido en enero de 2011, de 501
kilos, cárdeno salpicado, fue premiado con el indulto.





 Jonathan Varea.







 Ese novillo representa, por hechuras y por comportamiento,
mucho de lo que busca Marcuello en su divisa. Nos define cómo es un novillo suyo:
‘Es recortado, vamos, que no es largo, es corto de manos pero tiene culata y es
hondo. No tiene demasiado pitón pero sí saca buena cara. Creo que tiene las
hechuras que debe por su sangre y hay que respetar eso. Buscando similitudes,
diría que Ana Romero tiene bastantes cosas en común, algunos novillos son muy
parecidos‘.











 Por José Marcuello:

 El hecho de tener sus animales en Aragón, cerca de zonas
pirenaicas supone un escenario completamente diferente al de la gran mayoría de
extensiones de bravo. En manejo y en el desarrollo del propio animal: ‘Crian sus novillos en la provincia de Zaragoza y son la única ganadería de lidia
en festejos mayores de Aragón. Las fincas están a una altura de entre 1.000 y
1.500 metros y tienen zonas bastante quebradas junto con otras más llanas. Esto les aporta ventajas porque el toro sale más duro de patas, más resistente, no
abre la boca… El manejo, en cambio, resulta más difícil que en otros terrenos
más convencionales, eso es cierto, pero están acostumbrados. Además el animal suyo es noble y ellos no los corremos. Se mueven ellos para ir a
comederos, bebederos…







 Lo que no cambia según el terreno es la exigencia en el
tentadero. D. José Marcuello tiene claras sus prioridades: ‘No le perdona a sus reses que no vayan al caballo con raza. Aunque sea bueno en la muleta si en el
caballo falla, lo desecha. Es ahí donde se prueba la bravura. Luego, busca que
en el último tercio sea noble y humille, como hizo ‘Quejoso’.







 Sangre
santacolomeña que tiene un origen claro: Pablo Mayoral: ‘Una vez se hicieron con la
ganadería compro vacas y sementales de Pablo Mayoral, allá por 1988. En un
principio todo era de Mayoral, pero en 2007
 
metieron sangre de Bucaré (Buendía)para ampliar y refrescar. Lo de Mayoral da
más cuerpo, lo de Buendía da un plus de bravura y largura a lo que ya tenían. 








 ‘Tres años después de comprar reses de Pablo Mayoral lidio su primera novillada sin picadores, en 1991. Justo esos tres años para hacer
los primeros lotes‘. Ahí arranca una historia en constante evolución, sin
prisas, pero sin perder el rumbo: ‘Después de ese debut estuvieron lidiando algunas
sin caballos hasta el año 2000 cuando debuto con picadores en Zaragoza. Salió
extraordinaria y han estado repitiendo hasta la actualidad.












 Historia:




La ganadería Los Maños ingresa en
la Asociación de Ganaderos de Lidia en 1988 con reses de D. José Santolaya
Gallego. Posteriormente se elimina todo lo anterior y se adquieren vacas y
sementales de D. Pablo Mayoral Benito, de procedencia Santa Coloma. En 2007 se
añaden vacas y dos sementales de Bucaré, también de procedencia Santa Coloma,
propiedad de D. Javier Buendía Ramírez. 




 La ganadería “Los Maños”. Inscrita en la “Asociación de Ganaderías de Lidia”. AGL.







 “Vistahermosa” finca prepirinaica de
250 hectáreas situada en Luesia (Zaragoza) donde pastan los añojos,
erales, utreros y toros de la ganadería “Los Maños”. Vistahermosa presenta un terreno desigual,
sobre una altitud de 1200 metros, llanura y parajes escarpados donde se curten
los novillos separados en distintos cercados según su edad. De arboleda
abundante con predominio de encinas,
en su
geografía se combinan multitud de ecosistemas,  monte bajo, donde predomina la carrasca, hasta
los frondosos bosques de pino y haya en las laderas de los valles situados al
norte del pueblo,
rica en pasto y con tres
manantiales que le dan vida. Vistahermosa
es, sin duda, una finca idónea para la crianza del toro bravo











 Propietario:




C.
Los Maños, S.L


Autovía
Logroño Km. 16,500


50629
Sobradiel (Zaragoza)


Telf.
976 77 09 32 – 616 94 78 20.








  Representante:




D.
José Luis Marcuello Juste


Autovía
Logroño Km. 16,500


50629
Sobradiel (Zaragoza)




Telf.
976 77 09 32 – 616 94 78 20.








 Divisa:
Verde y amarilla.










 Señal de orejas: Pendiente en ambas.






 Antigüedad:
24 de agosto de 2018.






 Mayoral: D. José María Gallego Ros.










El día 7 de octubre del 2014. Todo un hito, puesto que, a
día de hoy, es el único novillo que ha logrado ganarse su perdón en el ruedo del
coso de Pignatelli.” Quejoso” Nº 42 un ejemplar de 501 Kg., cárdeno, de enero
del 2011, al que “Jonathan Varea” 
indultó en la plaza de toros de La Misericordia de Zaragoza.









  «Quejoso», que emprendió camino de vuelta a la finca de Vistahermosa en las Altas Cinco Villas, en donde podrá seguir sembrando bravura con su sangre santacolomeña.











 Un ejemplar de 501 Kg., cárdeno, de enero del 2011, al que
indultó en la plaza de toros de La Misericordia de Zaragoza el día 7 de octubre
del 2014. Todo un hito, puesto que, a día de hoy, es el único novillo que ha
logrado ganarse su perdón en el ruedo del coso de Pignatelli.








 El ganadero D. José Marcuello.












 El ganadero D. José Marcuello y el novillero Jonathan Varea.








 El Mayoral D. José María Gallego Ros.




 Puerta Grande Coso de "La Misericordia" (Zaragoza).






Los Maños


Sigla: AHX.


Asociación: “Asociación de
Ganaderías de Lidia” AGL.


Localización: Luesia  (Zaragoza).


Propietario:


C. Los Maños, S.L


Autovía Logroño Km. 16,500


50629 Sobradiel (Zaragoza)


Telf. 976 77 09 32 – 616 94 78 20.





Representante:


D. José Luis Marcuello Juste


San Antonio 10


50629 Sobradiel (Zaragoza)





Divisa: Verde y amarilla.


Señal de orejas: Pendiente en
ambas.


Fincas: “Vistahermosa” Luesia
(Zaragoza) “Las Fuentes”  Figueruelas
(Zaragoza), “Ontiín” Sobradiel (Zaragoza).


El hierro. Una J con una M y una
F. Año 1988.


Historia:


La ganadería Los Maños ingresa en la Asociación de Ganaderos de Lidia
en 1988 con reses de D. José Santolaya Gallego. Posteriormente se elimina todo
lo anterior y se adquieren vacas y sementales de D. Pablo Mayoral Benito, de
procedencia Santa Coloma. En 2007 se añaden vacas y dos sementales de Bucaré,
también de procedencia Santa Coloma, propiedad de D. Javier Buendía Ramírez.





Procedencia actual: Santa Coloma.


Mayoral: D. José María Gallego
Ros.


Antigüedad: 24 de agosto de 2018.