
Abrió plaza un guapo y astifino novillo de Los Maños, que acudió
al caballo en tres puyazos. En la muleta, resultó un astado noble, al que le
faltó una mayor humillación en el embroque, pero que cuando se le llevaba
tapado tuvo recorrido y son. Cristian Pérez realizó un trasteo irregular, al
que también se sumó el viento y la necesidad de llevarlo tapado. Silencio tras
aviso.


Montero se fue a portagayola a recibir al segundo, un
novillo cuajado de Raso de Portillo que arrolló al novillero gaditano en el
recibo de capote. Aunque tardeó en el tercio de varas, recibió tres puyazos.
Montero no se acopló a las embestidas del bravo astado, que presentó pelea
durante toda la lidia. Además, tuvo una embestida con importancia, sobre todo,
por el pitón izquierdo. Saludó una ovación entre las discrepancias del público.

El tercero, con el hierro de El Quiñón, fue un astado muy
complejo porque siempre esperó y nunca tuvo inercias, por lo que nunca pasó de
medio muletazo para adelante. Destacó la lidia de Iván García, mientras que
Fonseca tragó miradas y arreones, aunque la faena se basó en poder al utrero.
Se atragantó con el descabello y escuchó un aviso. Silencio.

El cuarto fue un novillo de Raso de Portillo muy playero que
planteó muchas dificultades debido a un problema de visión. No tuvo nunca
fijeza, ni embroque. Viniendo siempre a media altura y por dentro. Muy digno
estuvo con él Cristian Pérez en una faena de más garra y voluntad, que
lucimiento, por las condiciones del astado. Aguantó miradas y coladas a la
altura del pecho. A pesar de la condición, se tiró de verdad a matar cobrando
una auténtica estocada de mucho mérito. Paseó una oreja.

El quinto, de Los Maños, fue un gran novillo. Por bravura,
clase, humillación y son. Montero le recibió a portagayola con el capote de
paseo. Estuvo dispuesto con el capote y en banderillas, pero con la muleta no
terminó de coger ni la distancia ni el tiempo al gran novillo de Los Maños. El
público supo ver las virtudes del toro, que propinó una voltereta a Montero.
Finalmente, el ganador del duelo fue ‘Listillo’, que fue premiado con la vuelta
al ruedo.

fue recibido con una ovación al salir a los ruedos. Isaac Fonseca movió con
gusto el capote en un quite a la verónica, rematado de una cadenciosa larga.
Tuvo el novillos de Los Maños clase y humillación por el derecho, que fue
aprovechada por Fonseca en series de mano muy baja, dejando los momentos de
mayor toreo de la tarde. La figura encajada en el ruedo. Volvió a molestar el
viento como toda la tarde. Sin embargo, la voluntad del mexicano bien podría
haber valido una oreja, sino hubiera sido porque todo se vino abajo al poner
dificultades para entrar a matar.


Cristian Pérez pusieron el broche final a la Feria del Toro de Cenicientos en
una novillada, en la que la ganadería de Los Maños lidió un excelente ejemplar
que fue premiado con la vuelta al ruedo. El novillero mexicano consiguió lo
momentos más lúcidos de la tarde con la mano diestra, mientras que el
albaceteño se la jugó con un muy complicado novillo de Raso de Portillo. Por su
parte, Montero no terminó de adecuarse a las condiciones que tuvieron sus astados,
aunque puso voluntad y terminó herido en una tarde en la que molestó mucho el
viento.