El
novillero iscariense "Darío Domínguez" debutaba con picadores en la primera
novillada de la decimonovena edición de la Feria Taurino Trofeo 'Piquillo de
Oro' de la localidad navarra de Lodosa, saliendo por la puerta grande al
desorejar al que cerrada plaza.
Una
significativa fecha para el iscariense, la de este domingo 31 de julio de 2016,
en la nueva etapa que ha comenzado y en la que no estuvo solo, pues además de
sus allegados y familiares estuvo arropado por más de un centenar de
aficionados de la villa carpintera, desplazados en varios autobuses y vehículos
que infundieron ánimo al diestro con su presencia.
En el
festejo, organizado por la empresa Pabecema con la colaboración del
Ayuntamiento de Lodosa y la Peña Lodosa por el Toro, se lidiaron cuatro utreros
del ganadero lodosano José Antonio Baigorri 'Pincha', bien presentados en
conjunto.
El de
Íscar, al primero de su lote lo toreó bien, con templanza y elegancia, tanto en
la faena de capote como en la de muleta. Si bien, a la hora de matar, se metió
demasiado encina del utrero de 'Pincha', propinándole un golpe sin mayor
consecuencia que hizo que se cortara con la espada.
En el
segundo, otro gran novillo con casta y bravura, lo recibió con varias tandas de
buenos capotazos. Con la muleta se lució ofreciendo bonitas y cuajadas series,
tanto con la derecha como con la izquierda, rematando su actuación con una
acertada estocada que le valió los dos apéndices y la salida con los de
castoreño a hombros por la puerta grande.
El
iscariense acabó saliendo a hombros por la puerta grande del coso navarro.
Cuatro
novillos de la ganadería de José Antonio Baigorri 'Pincha', de buen juego en
general, más parado el primero, de buen son el segundo, con clase el tercero y
muy bravo y de gran calidad el cuarto. Todos fueron aplaudidos en el arrastre.
Se les concedió la vuelta al ruedo al segundo y al cuarto, siendo éste último
el mejor de la corrida, un novillo de mucha presencia, que fue en cuatro
ocasiones al caballo y al que le dieron incluso un largo puyazo una vez que se
había cambiado el tercio.
Darío
Domínguez, de azul marino y oro: cogido y dos orejas.
Incidencias:
media plaza, con la sombra completamente llena y un desagradable viento que
incomodó a los novilleros. Nutrida presencia de aficionados llegados desde
Íscar (Valladolid) para apoyar a su paisano Darío Domínguez.
Tarde de
éxitos en Lodosa en la primera novillada con picadores de la XIX edición del
'Piquillo de Oro' con los dos toreros a hombros, dos novillos a los que se les
dio la vuelta al ruedo y el mayoral de la ganadería local de Pincha que también
saludó desde el albero por el buen juego en general de la corrida y un
extraordinario cuarto novillo, bravo, repetidor y de gran clase.
DARÍO
DOMÍNGUEZ, TRIUNFO TRAS PASAR POR LA ENFERMERÍA
El
castellano Darío Domínguez debutaba con picadores en Lodosa y se hizo acompañar
de un centenar de aficionados vallisoletanos, que dieron también colorido al
festejo.
Tuvo la
suerte de cara el novillero de Íscar en el sorteo, ya que a él le
correspondieron los dos novillos de más clase y motor.
Entró a matar y, en el segundo intentó, se
hizo un fuerte corte en la mano izquierda con la espada, a la altura de la
muñeca, pasando a la enfermería.
Volvió
Darío Domínguez en el cuarto, tras la cura, calmantes y un aparatoso vendaje en
la mano izquierda.
Y entonces
salió al ruedo Fundidor, un precioso castaño, un toro de Pincha abierto de
pitones que se hizo dueño del albero, moviéndose con gran son y al que llevaron
hasta en cuatro ocasiones al caballo. Demostró bravura incluso en el último
encuentro con el montado cuando ya se había cambiado el tercio.
Fundidor
embistió con clase y codicia a la muleta de Darío Domínguez, que se encontró
con la calidad y el intenso motor del novillo, que repetía y repetía por el
pitón derecho con embestidas largas y profundas.
Mató .
Petición unánime del público, que apretó al palco hasta entregar la segunda
oreja.
Pañuelo
azul y vuelta al ruedo al bravo ejemplar del hierro navarro de José Antonio
Baigorri para culminar una tarde de éxitos y trofeos en Lodosa junto al mayoral
de la ganadería saludando desde la arena.